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Los encuentros con los ocupantes de los ovnis no pueden ser ignorados; son demasiado numerosos…
Doctor J. Allen Hynek.
The Ufo Report.
Fenómeno Ovni / Febrero 2016
1955: el año "programado"

“Luego de la Segunda Guerra Mundial y las explosiones atómicas en Japón empezamos a contactar a los habitantes de esta región andina. Ellos fueron una muestra importante para nosotros: mientras otros seres humanos se enfrentaban en una guerra, el hombre de aquí cultivaba el campo, amaba las montañas y bendecía al Sol”. (Antarel, durante el contacto en Huascarán, Perú, 12 de abril de 2015).

Arriba: Ricardo González en el Parque Nacional Huascarán, Áncash, Perú.

 

Sin duda, uno de los primeros antecedentes de encuentros cercanos en el Perú se remonta a las viejas comunidades andinas de Áncash. En medio de sus impresionantes nevados, que con justicia bautizaron a la región como “la Suiza peruana”, los habitantes de los caseríos de la Cordillera Blanca mantenían, en secreto, sus contactos con los “apunianos”: seres de gran estatura y asombrosas capacidades psíquicas que venían de los “Apus”, término quechua que alude a las montañas o energías protectoras. Pero no. Esos gigantes de trajes metálicos ajustados provenían de las estrellas. Los Andes eran su morada transitoria en la Tierra.

Desde 1960 ese secreto se rompió. Y fue por culpa de un yugoslavo que los vio presentarse en las puertas de la Central Hidroeléctrica de Huallanca. Me refiero a Vlado Kapetanovic. En mi libro “Los extraterrestres del planeta Apu” le dediqué varias líneas. Fue quien reveló que los campesinos de Champara estaban en comunicación desde los años 50 con esos seres. Vlado fue iniciado por ellos luego del incidente de Huallanca. Y al día de hoy, los apunianos siguen activos.

De acuerdo a Ivika, la actual “comandante” o “coordinadora” de esa misión extraterrestre en la Tierra, el año clave de su programa de contacto se activó oficialmente en 1955. Aunque los apunianos han participado –y lo siguen haciendo– de diversas misiones de ayuda en distintas regiones del mundo, el programa iniciado por ellos en 1955 obedece a objetivos muy específicos que los vincula con el destino de la humanidad y los futuros viajes espaciales fuera del Sistema Solar. Ya he hablado de ello anteriormente...

La gota que rebalsó el vaso fue el contacto en Yungay, experiencia que afronté el 12 de abril de 2015 y que publiqué abiertamente para que su mensaje llegue a todos. A partir de allí resurgió el tema del “Minius” como energía universal que enlaza la materia y lo sutil –los apunianos se lo revelaron a Vlado en 1960–, el secreto del Hipercubo como herramienta mental para controlar el Minius y el año 1955 como clave activadora de los contactos con los apunianos. Desde entonces se han sucedido maravillosas experiencias, con cientos de testigos e infinidad de corroboraciones.

Debo decir que Ivika nos ha venido orientando desde el contacto de Yungay. Incluso ofreciendo mayores detalles cuando necesitábamos ampliar la información recibida.

Y así ocurrió en Capilla del Monte, exactamente el 16 de enero de 2016.

 

El mensaje de Ivika

Seis personas nos habíamos reunido en el predio del futuro Centro Roerich para intentar el contacto. Allí, entre otros temas, consultamos a los extraterrestres por el año 1955 y por las técnicas de trabajo que nos enseñaron con el hipercubo. La comunicación fue exitosa. Transcribo la respuesta de Ivika, que se dio a través de un mensaje psicográfico:

 

Sí, soy Ivika, en comunicación desde nuestra base en el nevado Huascarán.

Como te dijimos, nuestra relación con testigos de nuestra existencia en Perú tiene su punto de inicio luego de la Segunda Guerra Mundial. Ese suceso activó distintas medidas de nuestra parte, como aproximaciones y mensajes de alerta. Te recordamos que hubo dos eventos durante la guerra que fueron muy estudiados por nosotros: un experimento con puertas dimensionales y pliegues del tiempo en 1943, y las pruebas con la bomba atómica y su posterior detonación en 1945. Diez años más tarde, luego de algunos acercamientos esporádicos, decidimos implementar programas de contacto. 1955 fue el año fijado. Por ello hallaron en aquel año diversas acciones de parte nuestra para revelar puntos de contacto, conocimientos cósmicos y todo tipo de ayuda para que pudiesen comprender el motivo profundo de nuestra visita. Para ustedes han transcurrido varias décadas. Para nosotros este proceso se inició hace un instante.

Estas distintas misiones de contacto o “programas de acercamiento” hallaron su cauce principal luego del año 2012. A partir de allí, como ya les explicamos en otros mensajes, todos los procesos se unen y se armonizan en un camino universal.

Cuando las diferentes civilizaciones que apoyamos la misión de la Tierra decidimos iniciar nuevos contactos luego de la Segunda Guerra Mundial, nos enfocamos en hombres adultos: individuos ya educados y con una experiencia de vida que les permitiese resistir mentalmente la experiencia de contacto. Luego, pasamos a la siguiente fase, en donde alentamos grupos de trabajo formados a partir de la experiencia de adolescentes, seleccionados por su plasticidad mental para recibir un conocimiento nuevo que les permitiese prepararse y preparar a otros. El siguiente paso es cimentar todo este proceso desde los niños, y a partir de allí construir una nueva humanidad.

Les ofrecemos esta información para que puedan comprender todo lo que hemos venido haciendo y transmitiendo.

El contacto con nosotros es un reencuentro. Para nuestras tripulaciones dejó de ser una aproximación antropológica y científica, o una misión de rescate. Se ha convertido en una alianza. En recordar que somos parte de la misma familia.

Sobre las futuras tareas en Capilla del Monte, todos los procesos que nos consultan están bien encaminados. Sigan adelante y confíen. Tienen  el conocimiento y las herramientas necesarias. En relación a una de ellas, el trabajo que les hemos indicado con el Hipercubo y la energía Minius, ello les permitirá “enlazar” con la “eternidad”: el reino de lo invisible que da forma a los demás elementos.

Nos consultas por la percepción humana de las seis rotaciones basadas en la geometría del cubo y su proyección matemática hacia una forma práctica de acercarse a la “cuarta dimensión” (Teseracto). De momento les podemos confirmar que la “séptima rotación”, obviamente, no es física, sino la “desaparición” del espacio-tiempo en la fase final del entrenamiento mental con el Hipercubo. Es la integración final (la Cruz, la Cristificación). En Atacama, en el encuentro de septiembre, como ya les anunciamos, empezarán a comprender. Estaremos allí.

Observando y asistiendo, queridos hermanos,

Ivika

Arriba: "retrato robot" de Ivika.

 

El mensaje había sido muy fluido. Llegó con gran claridad. Antes, durante y después de la recepción tuvimos varios avistamientos. Uno de los primeros se dio minutos después del paso de la ISS, que previamente habíamos anunciado en nuestras redes sociales para los amantes del cielo nocturno. Fue impresionante comparar las observaciones. La ISS se vio brillante, en su típico movimiento lento y predecible. Pero el objeto que irrumpió después, venía veloz, haciendo una línea sinuosa en el cielo. Otros objetos volaron en formación. Luego vino el mensaje, que estuvo acompañado de varias sensaciones, visiones y sentimientos.

Al final de todo esto intercambiamos nuestras “visiones” durante la experiencia, constatando que habíamos tenido una proyección transitoria a la base subterránea que, se supone, se encuentra debajo del Uritorco. Para unos se trata de una instalación física; para otros es una ciudad interdimensional: “Erks”, o como se llame, ya que ese es un nombre acuñado por el contactismo de los años 80. Pero no hay duda de que hay “algo” debajo de esas sierras que otrora transitaron los nativos comechingones.

En nuestra “proyección” habíamos visto el presunto “Templo de la Esfera” y sus “Tres Espejos”, pero desde arriba, como si estuviésemos volando sobre esa estructura. Constatamos que esos “Tres Espejos” y el “Templo de la Esfera” representaban, perfectamente, el Símbolo Cósmico de Chintamani: tres esferas y un círculo mayor. La compresión que nos dio esta visión fue para nosotros muy importante. Pero también todo lo explicado por Ivika sobre 1955. Estaba claro que en ese año se movieron muchas cosas para que un conocimiento cósmico se insertará en diversos testigos, grupos, investigadores. Una especie de “aproximación antropológica” de los extraterrestres con distintos resultados...

Citaré algunos ejemplos que estoy seguro invitarán a pensar...

 

1955 y un plan global de información

Entre 1922 y 1939 un grupo de contacto en Estados Unidos afirmó haber recibido un inmenso compendio de información cósmica. El voluminoso texto, que hablaba del “Plan Cósmico” y la vida secreta de Jesús, fue publicado para todo el mundo por “instrucciones celestes” en 1955. Era el nacimiento del controvertido “Libro de Urantia”.

El citado texto fue pionero en una enorme cantidad de datos que más tarde enarbolarán distintos grupos de contacto: la misión cósmica de Jesús, los planetas UR y la siembra de vida en la Tierra, el Consejo de los 24 Ancianos como ente galáctico, la estructura de una Jerarquía en el Universo Local, entre otros numerosos temas que cualquier lector de Urantia puede constatar.

Toda esa información se dio a conocer, como ya dije, en 1955. No creo que sea fruto del azar...

Paralelamente a ello, la norteamericana Dorothy Martin, luego de haber vivido un tiempo en los Andes peruanos y en la zona del altiplano boliviano por indicación de sus “guías cósmicos”, volvió a los Estados Unidos para fundar un grupo de contacto al pie de Monte Shasta, en California –luego lo mudará a Sedona, en Arizona–. Martin, más conocida como “Sister Thedra”, reunirá toda la información que acumuló en su aventura andina en un texto que se conocerá como “Registro Thedra”. Sus “guías” le recomendaron publicarlo en 1955 por primera vez al mundo.

Ese texto, aunque mezclado con conocimientos esotéricos que tuvieron mucha influencia en aquellos años –teosóficos o metafísicos–, también fue precursor de muchos temas que, décadas más tarde, diversos grupos de contacto profundizarán. Entre ellos la existencia de Aramu-Muru y la esquiva Hermandad de los Siete Rayos, el secreto cósmico del Disco Solar de los incas, la influencia de un mundo perdido en el Pacífico en la cultura inca o los misterios de Pusharo en Paititi y la montaña de Marcahuasi en los Andes del departamento de Lima. Sí, todo ello en los años 50. De hecho, un discípulo de Thedra, el controvertido George Hunt Williamson, quien fuera testigo del contacto de George Adamsky con el extraterrestre “Orthon”, publicó información del grupo de Thedra en un libro que tuvo enorme repercusión en latinoamérica: “El secreto de los Andes”(1960, Londres. Editorial Kier de Argentina lo publicó en español en 1970, siendo un best-seller).

Las informaciones de “El Secreto de los Andes” provenían del Registro Thedra de 1955. La propia Martin escribió:

“En 1955 estas transcripciones fueron dadas al público por primera vez. Muchas manos, muchos trabajadores en la luz ayudaron en su preparación. Desafortunadamente, este material fue recientemente plagiado y publicado en un libro titulado EL SECRETO DE LOS ANDES. Fue hecho sin autorización, sin permiso de la Hermandad de los Siete Rayos” (Registro Thedra).

Pero también hay que decir que Thedra empezó a confundirse, deslizando todo tipo de anuncios y profecías que nunca se cumplieron. Es la delgada línea que separa los contactos reales de posteriores delirios. ¿En dónde empezó lo real y en dónde se coló la fantasía? (leer “Cuando la profecía falla”, de Leon Festinger, publicada en 1956).

Mientras se daba a conocer el primer texto del polémico “Registro Thedra”, en 1955, George Adamski publicaba su célebre y discutido libro “Dentro de una nave espacial”, y se alzaba como precursor de las “salidas a terreno” para “contactos programados”. Primero lo hizo en su rancho de Palomar Gardens y luego en el desierto de Colorado. Más tarde fueron los famosos encuentros en Giant Rock en el desierto de Mojave, al lado de otros estudiosos de los ovnis o contactados como Daniel Walter Fry.

Arriba: una "salida" en Giant Rock: epicentro de reuniones ovni en la década de los años 50.

 

En medio de este escenario “ufológico”, en plena guerra fría luego de la Segunda Guerra Mundial, los apunianos activaban su programa de contacto en 1955. Curiosamente es el año en que José Carlos Paz García funda el IPRI (Instituto Peruano de Relaciones Interplanetarias), la primera organización latinoamericana en su tipo para investigar a los no-identificados.  No es casualidad que de las entrañas del IPRI haya surgido el “Grupo Rama”, con los hijos de “Don Carlos” –los hermanos Carlos y Sixto Paz Wells–, quienes, al igual que Vlado, contactarán con los apunianos. De hecho, el famoso avistamiento programado del periodista español J.J Benítez, ocurrido en Chilca el 7 de septiembre de 1974, fue concertado por Carlos Paz Wells, “Charlie”, a través de una psicografía con Kulba, extraterrestre de Apu. Es decir: el avistamiento de Benítez, el “bautismo de fuego”, como suele decir el autor de “Caballo de Troya”, fue programado por un apuniano... El propio Paz García cita en su libro a Vlado Kapetanovic y el contacto con los apunianos como una experiencia influyente que abrió “una serie de nuevas posibilidades vivenciales en planetas de otros sistemas de la Vía Láctea y en satélites de los planetas de nuestro Sistema Solar, lo que indudablemente aumentaba en gran porcentaje la proporción de mundos habitados con los que se podría establecer contacto telepático” (“Y conocimos gente de otros mundos”, José Carlos Paz García, Capítulo I, Pág 35, Buenos Aires, 1991).

Algo enorme se inició en 1955. Y pienso que más allá de nuestra limitada percepción y manera particular de procesar experiencias de contacto o información extraterrestre, hay un plan perfectamente organizado, aún operativo hoy en día. Pero en una etapa diferente y decisiva. No verlo es estar ciego.

Es importante comprender este programa de contacto desde sus inicios, de lo contrario sólo tendremos visiones fragmentadas e incompletas de lo que significa el contacto y su proyección hacia el futuro.

Además, es fundamental analizarlo para no caer en errores que se cometieron al enfrentar estas experiencias. Pienso, respetuosamente, que muchas de las aproximaciones de contacto de los años 50, más allá de su realidad –al menos, en sus inicios– se desvirtuaron en varios aspectos, rozando en algunos casos el mesianismo y lo religioso.

El contacto es real. Pero es nuestra la preparación, la honestidad, el análisis y el sentido común.

Por ello Ivika citaba la “evolución” de sus aproximaciones: primero con adultos, y posteriormente con personas más jóvenes que pudiesen ser preparadas para afrontar todo esto sin el lastre de viejos esquemas mentales aprendidos.

 

La energía Minius y el contacto extraterrestre

Con la intención de facilitar la comprensión de algunos temas relativos al contacto con los apunianos y las informaciones que hemos recibido, cito a continuación ocho puntos clave:

 

1. El contacto con los apunianos empezó en los años 50, en la región del nevado Champara, un gigante de 5.750 metros que se alza en los Andes peruanos de Áncash. En esas bellas montañas los apunianos empezaron a mostrarse. Los primeros contactados fueron campesinos y habitantes de la zona. De acuerdo a Ivika su equipo extraterrestre fijó el año 1955 como el momento clave de su programa de contacto. Pero fue cinco años más tarde, en 1960, cuando se empezaron a mostrar ante otros testigos fuera del círculo de los campesinos. Uno de los casos más célebres fue el del ya citado Vlado Kapetanovic, yugoslavo radicado en Perú, quien vio por primera vez a los apunianos a las afueras de la Planta Hidroeléctrica de Huallanca, en donde trabajaba como técnico. Los hombres andinos iniciaron a Vlado en el contacto luego de su experiencia en Huallanca y lo condujeron a nuevos encuentros en el Champara.

 

2. El concepto de “Minius” surge en un contacto de Vlado con los apunianos en 1960. Es decir, cuando empezamos a difundir esta información y las nuevas experiencias que se estaban dando con la energía Minius en 2015, habían transcurrido 55 años desde que los apunianos hablaron de ella por primera vez. No es, por tanto, una nueva revelación, sino un viejo conocimiento que resurge en estos tiempos. Vlado compartió sus experiencias en varios libros antes de dejar este plano. Independientemente de algunas ideas personales que Vlado plasmó en su obra –que en muchos aspectos noveló–, el caso de contacto fue real e involucró a muchos testigos, incluso advertencias de los apunianos sobre un desastre en Yungay que penosamente ocurrió en 1970.

 

3. El Minius, de acuerdo a los apunianos, posee siete puntos clave (cito comunicación de Ivika, recibida en Monte Perdido, España, el 21 de junio de 2015):

“Minius es la fuente primera de energía, la esencia del origen del universo. Es la llave del principio y su proyección: una ecuación de eternidad que permite accionar en lo visible y lo invisible”.

“No deben interpretarlo solo como un conocimiento científico sobre la naturaleza del cosmos. Es, por encima de ello, un mensaje espiritual, más allá de su aplicación práctica en la tecnología de viajes espaciales”.

“Podrán comprender un poco más sobre su naturaleza si se adentran en ustedes mismos, en el nodo de fuerza que atesoran, que pulsa, que vive en lo más profundo de su energía (en referencia a la “Partícula Divina” o núcleo de fuerza humano)”.

“El Minius es similar a lo que ustedes llaman “agujero negro”: es una “puerta” de entrada y salida. Y su fuerza lo penetra todo. Lo transmuta todo”.

“Así como las radiaciones cósmicas que ante sus ojos son invisibles y, sin embargo, existen, el Minius ha permanecido silente dentro de la propia estructura de código genético de vida. Los hombres de ciencia de la Tierra aún no han podido desentrañar este secreto, que está presente en todo el universo. Pero intenta acercarse a esta revelación a través de un denodado estudio del mundo subatómico”.

“La entrega de una adaptación del Minius les puede ayudar a reactivar esa conexión cósmica que los integra y armoniza con la Creación. Luego de esa comprensión, podrán “hacer”, y moverse en distintas membranas de realidad a voluntad. Ya lo verán”.

“El “Teseracto” tiene distintas funciones para trabajar holográficamente con el Minius, “replicando” lo que naturalmente se halla en ustedes. Esta “tecnología espiritual” será la forma de trabajo de hoy en adelante”. (Ivika).

 

4. El Minius es el puente de la materia y el mundo sutil. Los apunianos han entregado una “adaptación” de esta energía como una herramienta temporal para comprender la naturaleza de esta fuerza. La primera experiencia se dio en Perú el 12 de abril de 2015. Y en grupos grandes a partir del 21 de junio del mismo año en la región de Monte Perdido, en los Pirineos. Cientos de personas en diversos países ya han vivido esas experiencias –viendo materializarse en sus manos esferas de luz blanca, y en ocasiones “cubos”–, confirmadas con avistamientos y hasta encuentros cercanos directos. Sin embargo, lo que estamos difundiendo no apunta a la recepción de estos “cristales de luz de Minius”, pues ello depende de los guías extraterrestres apunianos; estamos propiciando la comprensión de nuestro “Minius interior” y el manejo consciente de su energía a través de ejercicios mentales con el Teseracto.

 

5. El Teserecto o Hipercubo es una proyeccción matemática del cubo para comprender la “Cuarta Dimensión”. El cubo es uno de los cinco sólidos platónicos, base de la geometría divina. De acuerdo a los apunianos, se puede trabajar con tres de estas figuras para crear un “vehículo de luz” (algunos le llaman “Mérkaba”): el tetraedro, el cubo y el octaedro. El icosaedro y el dodecaedro son campos de fuerza en replicación fractal. Toda esta información la estamos enseñando y profundizando con el asesoramiento de Ivika. El objetivo es que en un futuro, luego de este periodo de adiestramiento, podamos crear una plataforma abierta que permita difundir este conocimiento a todos.

 

 

6. El contacto con apunianos, como mencioné, empezó con campesinos en el Perú en 1955. Como vimos, fue el mismo año en que se empezó a difundir una cadena de conocimientos que, con el tiempo, dejará una enorme influencia en el contactismo y la formación de futuros grupos. Pero aclaro algo: si bien es cierto distintas civilizaciones extraterrestres nos visitan desde el origen de la Tierra, en este artículo nos estamos refiriendo a la etapa más reciente de sus aproximaciones, que se activó luego de la Segunda Guerra Mundial. Ellos están desde siempre, pero es importante comprender que accionan por etapas, acorde a nuestros momentos históricos.

 

7. El programa de contacto de las distintas civilizaciones extraterrestres que ya se encuentran entre nosotros, se basa en un progresivo plan de inserción de conocimientos para elevar el nivel de consciencia. Desde nuestra perspectiva humana, es un proceso extremadamente lento, esquivo y hasta desconcertante. Pero, para ellos, todo esto se inició hace “una semana”.

Como parte de ese programa de asistencia al ser humano, la Tierra vive una etapa de cuarentena de protección. Una cuarentena que aún no ha terminado. Hace muchos años difundimos que el objetivo de los extraterrestres –y me refiero a los que son amigables con la humanidad– es retirar, gradualmente, la cuarentena de protección, en la medida en la que el ser humano esté listo para abrirse al Universo. Pero no súbitamente y menos en estos tiempos. Aclaro esto porque hace largo tiempo lo mencionamos en el contexto del mal interpretado año 2012. He visto mucha confusión con este tema.

 

8. De acuerdo a los apunianos, el encuentro mundial en el desierto de Atacama, entre el 24 y 26 de septiembre de este año 2016, será una gran oportunidad para profundizar y comprender estos conocimientos.

 

Estoy seguro que la información aquí reunida activará el recuerdo de la misión global acordada.

Abrazo de luz a todos,

 

Ricardo González

 

 

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